Definición:
El control de plagas y enfermedades ha supuesto durante muchos años una fuente de contaminación y actualmente un aspecto que genera un malestar general entre la población. Las fumigaciones incontroladas, el uso de pesticidas organoclorados y varios escándalos mediáticos, junto con la baja eficiencia de los tratamientos mediante las técnicas convencionales (pulverización, espolvoreo), han dado lugar al desarrollo de nuevas técnicas como la endoterapia.
Esta forma de control de patógenos, consiste en la inyección directa al árbol de los productos fitosanitarios correspondientes. Mediante una pequeña perforación, se hace llegar a los vasos conductores ascendentes (xilema) una solución concentrada que contiene el plaguicida. La solución únicamente entra en contacto con el árbol y con los organismos que se alimenten de él, protegiendo en gran medida a la fauna auxiliar y creando ningún perjuicio para las personas, pues nunca se ven expuestas al tóxico.
Historia y evolución de la endoterapia:
Las primeras evidencias del uso de este sistema, se atribuyen a Leonardo da Vinci, que supuestamente utilizó una infusión que contenía arsénico para alejar a los ladrones de frutas.
El desarrollo de la endoterapia corresponde a la segunda mitad del S.XX. A mediados de los noventa, empezó a utilizarse en Norteamérica y en las plantaciones de árboles ornamentales de Italia, donde se ha impuesto, siendo obligatorio su uso en algunas ciudades.
Sus ventajas se han nombrado en su mayoría anteriormente, siendo la principal el bajo impacto ambiental. Sin embargo, no es menos importante la reducción de coste que tiene lugar en los tratamientos mediante endoterapia frente a los tratamientos convencionales como la pulverización o el espolvoreo, esta última muy limitada según el RD 1311/2012. Aunque el coste de inversión pueda resultar elevado (no lo es en absoluto, cuando necesitamos equipos convencionales de gran tamaño), la eficiencia del tratamiento supera con creces la de una pulverización y mucho más la de un espolvoreo (que puede llegar a ser del 15%, es decir, el 85% restante se desperdicia por la deriva). Si consideramos además el coste de las materias activas, y las predicciones de los mercados, que auguran una subida continuada de los productos agroquímicos, la endoterapia puede resultar en una alternativa más que atractiva.
Como decíamos un poco más arriba, no es hasta la segunda mitad del S.XX que comienzan a desarrollarse métodos de inyección al tronco con un desarrollo de la técnica que ha llegado hasta hoy.
Infusión por impregnación de corteza:
Consiste en impregnar la corteza de los árboles con la solución a aplicar, que por difusión a través de la misma, alcanza el tejido conductor del árbol. Su utilizad es limitada y depende enormemente del espesor y la porosidad de la corteza para permitir el paso de la solución. Por otro lado, las propiedades químicas de la solución también son de vital importancia.
Este es un método de una utilidad muy reducida y prácticamente no se utiliza.
Infusión de líquidos por gravedad:
A diferencia del método anterior, con este método aparece el concepto de inyección/perforación del tronco. La idea es perforar hasta llegar al xilema, donde por gravedad, será depositado el producto fitosanitario. Es una técnica de endoterapia con una utilidad reducida, pues no todos los árboles son capaces de absorber la solución de esta manera y muchos requieren cierta presión.
Además de depender enormemente de la especie vegetal, las condiciones atmosféricas serán determinantes para que se produzca una transpiración suficiente que aspire el producto.
Normalmente se cuelga una bolsa plástica que contiene el fitosanitario y, a través de una cánula, se hace llegar éste hasta el xilema mediante una perforación en el tronco.
Por otro lado, presenta el inconveniente de ser susceptible de vandalismo callejero, por lo que no es muy recomendable para tratamientos en la vía pública.
Endoterapia por inyección:
A diferencia de los métodos anteriores, en este caso el fluido que contiene el fitosanitario es forzado mediante presión hidráulica. En función de la presión ejercida, se distinguen varios sistemas:
Micropresión:
Cuando la presión ejercida es inferior a 0,2 bar. El sistema realiza un numero importante de perforaciones en relación al resto. Aunque existen varios formatos, uno de los más comunes consiste en acoplar un globo que contiene una solución de fitosanitario a una cánula que está insertada en el tronco a una altura determinada. La presión es ejercida por la tensión que se produce en el globo.
Tiene la ventaja de ser rápidamente instalada en comparación a los sistemas por infusión, pero al igual que ellos, muy dependiente de las condiciones atmosféricas y susceptible al vandalismo.
Baja presión:
Para presiones comprendidas entre los 0,2 y los 0,7 bar. Aquí se incluyen los sistemas por cápsulas y las inyecciones manuales.
Sistema por cápsulas:
Son similares a los sistemas de endoterapia por micropresión, si bien incluyen algún tipo de sistema, generalmente mecánico, que permiten ajustar manualmente la presión. Existen varios tipos, algunos de ellos reutilizables. Son considerablemente más caros que los anteriores y su instalación similiar. Sin embargo, aunque presentan la misma susceptibilidad al vandalismo, no son tan dependientes de las condiciones atmosféricas y aplican la dosis en menor tiempo que los de micropresión.
Inyecciones manuales:
Las inyecciones manuales a presión discontinua, constituyen una de las formas más económicas para aplicar endoterapia. A diferencia de las anteriores, es la presión que ejerce el operario la que introduce el fluido en el xilema. Esta presión es discontínua y depende del flujo del xilema.
Aunque es un sistema con una inversión muy baja, presenta el inconveniente de necesitar accesorios que encarecen cada pinchazo, así como un producto «traslocador» que facilite el movimiento de la disolución. Otro inconveniente es el tiempo que se tarda en realizar el pinchazo, que puede estar entre los 10 y los 20 minutos, así como la fatiga para el operario, que después de varios árboles tendrá los músculos un poco entumecidos.
De alta presión:
Para presiones de entre 0,7 y 3 bar. Estos equipos incorporan una bomba, un calderín o algún sistema que sea capaz de proporcionar al fluido la presión necesaria para ser introducido rápidamente en el xilema del árbol.
Se reducen considerablemente los tiempos de tratamiento por árbol a 1-3 minutos, dependiendo del tamaño del árbol. Por otro lado, aunque las condiciones ambientales son importantes, no son tan determinantes como con los equipos anteriores.
Dejan de ser necesarias las soluciones traslocadoras y se abarata considerablemente el coste del pinchazo.
El único inconveniente que muestra el sistema es la posibilidad de causar daños a la madera en caso de no seleccionar correctamente la presión, que deberá ser la más baja posible y que a su vez permita trabajar con unos tiempos de tratamiento bajos.
Es un sistema polivalente y permite su uso también en coníferas y palmeras, utilizando las cánulas del diámetro correspondiente.
Los equipos son considerablemente caros en comparación a lo que hemos visto hasta ahora, sin embargo reducen el coste de pinchazo por árbol de manera muy significativa, pudiendo llegar a ser entre 4 y 5 veces más baratos.
Aire comprimido:
Son los sistemas más novedosos y se basan en la inyección de muy bajos volumenes (mililitros) sin que, supuestamente, se pierda eficacia. Llevan acoplado un sistema de regulación que es capaz de leer la presión interna del xilema y equilibrar la presión de la inyección para evitar daños mecánicos.
El producto se inyecta en el árbol a través de una aguja de diámetro muy reducido, que puede variar en función de la especie a tratar.
El producto fitosanitario se inyecta mezclado con un traslocador y requiere de un catéter que queda en el interior, lo que significa un incremento en el coste por pinchazo. Sin embargo, los tiempos de aplicación por árbol se reducen a segundos, permitiendo a un operario realizar gran número de tratamientos en una jornada.
De todos los sistemas es el que tiene un coste de inversión más elevado.
Agradecimientos a: Scott Nelson, Landahlauts, Craig Hunter, Liu Tao por las imágenes.